¿Qué tienen en común un Coach Ágil y un Mago? Hace unos meses conversaba con Tomás, coach de sINNplify, sobre mi hobbie de ser mago, y nuestro trabajo diario con la agilidad y veíamos varias semejanzas entre uno y otro que me pareció valioso compartir tanto para los que saben algo de magia, como para los que saben algo de agilidad.
(Para el ejemplo, tomo prestado de la película “The Prestige”, las fases de un truco de magia).
1. El prestige (El resultado)
Tanto en la agilidad como en la magia, las personas ajenas a ellas, de primera entrada se interesan únicamente por el resultado, muy rara vez alguien se interesa primero por el proceso o como lo consiguió.
La atención o explicaciones al proceso casi siempre vienen después de poner atención al resultado, las personas quieren entender cómo se llegó a ese resultado “mágico”, sea una carta adivinada o productos muy innovadores y pretenden establecer una explicación lógica y rápida para lo que acaban de ver, sin embargo, esta explicación no siempre corresponde a lo que verdaderamente sucedió.
2. La actuación
Los magos y los agilistas, nos preocupamos más por el proceso que por el resultado (esto no quiere decir que no nos importe el resultado). Nos interesa más la forma de hacer las cosas y sabemos que si lo hacemos bien tendremos muchas más probabilidades de conseguir el objetivo deseado, pero esto no es una regla. Los errores y fallos se pueden dar tanto en la magia como en la agilidad y acá hay otra similitud, pues en ambas los errores son los más grandes maestros y nos enseñan a cambiar o redireccionar nuestras acciones para evitar cometerlos en un futuro.
3. La presentación
Otro aspecto que comparten la magia y la agilidad es el sentimiento de imposibilidad que transmiten a las personas ajenos a ella, sienten que es algo muy bonito de ver, pero imposible realizarlo por ellos mismos, o peor aún, quieren que un mago o agilista resuelva estos imposibles por ellos.
Por ejemplo, como mago, después de algunos shows me han hecho las típicas preguntas cómo: ¿puede aparecer dinero? o ¿puede desaparecer a mi suegra? (yo les aclaro que hago magia, no milagros) y que si bien todos sabemos que son imposibles (no para un mago) nos gustaría verlo suceder.
Estoy seguro que como agilistas en las organizaciones que colaboran han escuchado solicitudes similares de imposibles, que si bien ustedes saben que son sumamente complejos de cumplir, las personas creen que al igual que un mago, ustedes pueden resolverlo con la agilidad.
No importa que tanto sepamos de la magia o de la agilidad, lo importante es que tanto sepamos de las personas y sus comportamientos, tanto para hacerlos creer en la magia, como para hacerlos ver el valor de la agilidad.
Nada sucede por “arte de magia”, ni siquiera la magia misma. Pero la magia SÍ existe: es el resultado de un disciplinado proceso de práctica, prueba y error y sobre todo mucha constancia.
Entonces, aclarado este punto, ¿estás listo para trabajar en ese prestige o resultado mágico que quieres ver en tu organización?