El año anterior me había topado con un blog muy interesante donde nombraban a Helio Gracie (pionero y fundador del jiu jitsu brasileño) como uno de los primeros agilistas. Enlace al blog
A lo largo de mi vida he practicado algunos deportes de contacto, sistemas de defensa personal y artes marciales, entre ellos: boxeo, kick boxing, krav maga, jiu jitsu japones, judo y actualmente jiu jitsu brasileño y por eso me pareció muy válido ver como algunos principios y valores de la agilidad se aplican no sólo en ambientes empresariales, sino en el día a día de otras actividades.
Desde que inicié mi camino en el jiu jitsu brasileño, hace 5 años, me pareció más interesante que cualquier otra que hubiese practicado anteriormente, por el modo de enseñanza y aprendizaje que normalmente se utiliza, que me lleva a relacionarlo con la agilidad.
Agilidad en el jiu jitsu
Bien, se preguntaran porque pienso que el jiu jitsu brasileño es “ágil”, más allá de por la agilidad física que se desarrolla practicándolo, hay varios aspectos que me hacen pensar que se alinea completamente el jiu jitsu con la agilidad, entre ellos:
1. Adaptación
Contrario a otras artes marciales o deportes de contacto, no hay katas o secuencias de movimientos que nos ayuden a aprender las técnicas determinadas, es un poco más práctico y adaptado a cada persona.
Por ejemplo, el sensei enseña una llave o una posición, esto con algún estudiante avanzado y luego los estudiantes van en parejas o grupos a practicar de una vez dicha técnica. Por lo que se puede ver y sentir en primera persona la efectividad de la técnica y los compañeros pueden servir de guía, viviendo y sintiendo cada técnica uno puede ajustar y adaptar cada técnica a su tamaño, tipo de cuerpo o modo de pelear.
En la agilidad no hay un solo método que funcione para todos, si bien hay técnicas, marcos de trabajo o metodologías que se pueden implementar en conjunto con el pensamiento ágil, no hay una sola receta predeterminada que sirva por igual para todos, si no se implementa y se practica y solo se queda con la teoría no se puede descubrir que funciona en mi entorno.
2. Experimentación
Si bien se puede decir que “ya todo está inventado” siempre hay formas de atacar, de pelear, de aplicar las técnicas de manera creativa, es un deporte en constante crecimiento y experimentación, que si bien tiene sus técnicas tradicionales y fundamentales bien depuradas, abre el espacio para que cada artista marcial pueda modificar y experimentar en sus técnicas y modo de pelear, nunca se para de aprender.
En la agilidad se puede ver de la misma manera, si me alineo a los 4 principios y 12 valores del manifiesto, se puede decir que estoy trabajando de manera ágil; y esto no me limita a un solo marco, herramienta o técnica, debe experimentar, seguir aprendiendo e interiorizando todo lo que me pueda servir como practicante u organización para enfrentar el entorno altamente cambiante en el que me encuentro.
3. Producto Mínimo Viable
El mismo día que uno ve una técnica nueva, puede probarla peleando o haciendo una simulación de pelea. Lo más probable es que no salga bien a la primera y justamente esa es la gracia, fallar y entender porqué falla mi técnica en una pelea, que es muy diferente al entrenamiento donde es un espacio controlado.
Entonces saber lo mínimo de la técnica y poder probarla casi que de inmediato, me hace fallar rápido y comprender cómo hacer que si funcione adaptado a mi estilo de pelea.
Y eso que más me apasiona del jiu jitsu brasileño: uno puede pelear prácticamente todos los días, a diferencia de otros deportes de contacto a artes marciales que las peleas o sparrings son planificados con tiempo o se deben hacer de manera “más suave” para cuidar de los practicantes y evitar lesiones.
4. Se vale equivocarse
En el jiu jitsu se espera que uno falle para que aprenda, es casi imposible que una persona tenga invictos muy prolongados a manera de profesional y en las mismas academias de jiu jitsu se espera que todos los practicantes se equivoquen, aprendan de los fallos y puedan seguir avanzando a su propio ritmo.
En la agilidad debemos fallar rápido para evitar desperdicios y trabajar en algo que no aporta valor a nuestro cliente. Pero el fallar en sí mismo no nos aporta nada, lo verdaderamente valioso es aprender de los errores, que nos hagan madurar y aprender lo que tengamos que aprender para continuar.
5. No tener ego / no dejar de aprender
Muy ligado al punto anterior, en el jiu jitsu es muy normal que los principiantes inicien sin saber muy bien que deberían hacer y únicamente sobreviven con su instinto. A medida que aprenden más van desarrollando su estilo propio, adaptando sus técnicas favoritas y decidiendo qué modo de juego desarrollan en cada pelea.
Reconocer que no lo sé todo, que cualquier compañero, sin importar el rango o cinta que tenga me puede ganar y sentir ese deseo por seguir creciendo y aprendiendo debería ser el día a día de cada practicante tanto de jiu jitsu como de la agilidad.
6. Trabajo en equipo es fundamental
En la mayoría de academias, se espera que todos los compañeros cuiden de sí, los más avanzados deben cuidar y aconsejar a los más nuevos, todos deben tener cuidado y respeto por sus compañeros.
Cuando aplican una técnica o se está peleando hay que velar siempre por el bienestar del otro, porque entiendo que el compañero me ayuda a mejorar. Si no hay lesiones y todos se cuidan, más podemos practicar y todos mejoramos.
En los ambientes de agilistas he escuchado una frase varias veces “Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos”. Me parece que se explica solo, pero si no pensamos en el sistema, en los equipos, en las maneras de gestión y management que se tienen, si no se aborda la transformación o el mindset de agilidad a gran escala, es muy probable que dicha adopción de la agilidad no sea exitosa en esas organizaciones.

A manera de resumen, tanto en el jiu jitsu como en la agilidad deberíamos tener: 1- Adaptación, 2- Experimentación, 3- Producto Mínimo Viable, 4- Derecho a equivocarnos. 5- No ego ni dejar de aprender y 6- Trabajo de equipo como pilar fundamental.
Por eso me gusta pensar que si bien la agilidad nació en un contexto muy específico (desarrollo de software), no quiere decir que esté escrito en piedra o que sea exclusivo para esa industria.
En sINNplify hemos visto organizaciones y equipos de múltiples disciplinas trabajar de maneras ágiles, desde equipos de marketing, services desk o soporte, comités ejecutivos, desarrolladores de software; en industrias tan variadas como la banca, farmacéuticas, casas de enseñanza, entre otras, por lo que podemos decir que la agilidad no es estática y podemos incorporar sus valores en principios en actividades variadas, para mejorar, aprender y seguir creciendo en nuestra vida personal o profesional.