ARTÍCULO

3 letras para dejar de Procrastinar

Lunes 8:00 am:

Empiezo la semana con mucha energía, hago caso a las recomendaciones de las personas altamente efectivas de no empezar el día leyendo correos, sino planeando la semana, hago mi lista de tareas pensando en qué genera valor, las priorizo y me siento en capacidad de comerme al mundo.

Veo de reojo la lista de tareas y veo al menos una que es menos "sexy" que todas las demás, aunque es importante, me da pereza empezarla.

Lunes 8:00 am:

Empiezo la semana con mucha energía, hago caso a las recomendaciones de las personas altamente efectivas de no empezar el día leyendo correos, sino planeando la semana, hago mi lista de tareas pensando en qué genera valor, las priorizo y me siento en capacidad de comerme al mundo.

Veo de reojo la lista de tareas y veo al menos una que es menos “sexy” que todas las demás, aunque es importante, me da pereza empezarla.

Lunes 5:00 pm:

Esa tarea importante pero poco sexy, “no se pudo hacer”, culpo a las reuniones, a las interrupciones, en fin… mañana será otro día.

Martes 8:00 am:

De hoy no pasa, lo hago o me dejo de llamar <inserte su nombre aquí>…

Martes 5:00 pm:

Bueno, mañana sin duda lo hago. Es que lo que mandó el jefe era de carácter inmediato.

Viernes 5:00 pm:

¡Qué desgracia, voy a tener que trabajar el fin de semana…!

¿Les suena familiar?

Claro, a todos nos ha pasado alguna vez, y es que es un tema que trasciende la actitud, es natural dejar para después lo que no nos gusta hacer.

  Mañana lo hago....
Mañana lo hago….

Cómo se comenta en este artículo “La ciencia detrás de la procrastinación”, el cerebro juega un papel relevante y no necesariamente a nuestro favor.

“En realidad la neuropsicología trata de explicar la procrastinación como un acto natural motivado por el sistema límbico. Este controla nuestras acciones más instintivas y primarias, aquellas destinadas a la supervivencia. Entre otras cosas, el sistema límbico (por la vía mesolímbica) controla el llamado “sistema de recompensa” que regula la producción de dopamina según el estímulo (una caricia, un chiste, un vídeo de gatitos…) que recibimos.
En concreto, en la procrastinación, el sistema límbico nos “recompensa” a la hora de hacer tareas que nos apetecen más o que resultan menos desagradables. Esta acción puede volverse “adictiva”, de manera que comenzamos un ciclo de procrastinación del que es muy difícil salir. Y es que uno de los sistemas más básicos y potentes de nuestro cerebro lo está controlando.”

Entonces, si es un tema natural el querer dejar para después lo que no nos gusta, ahora, ¿quién podrá defendernos?

 

 

DIM

Sí, estas 3 letras, fácil de memorizar y de entender, le ayudarán a poder hacer esa tarea poco “sexy”, revisemos:

D = Dependencia

La pregunta correcta en este paso, es, ¿de quién dependo para hacer esto?

Si la respuesta es que no se depende de nadie (normalmente lo es), inconscientemente le enviamos un mensaje al cerebro de claridad en quién es el dueño de la acción y ese impulso de adueñarse de la tarea, genera un estímulo importante.

En otras palabras, nos enfrentamos a nosotros mismos con la realidad de que aunque nos encantaría que alguien más haga eso por nosotros, la verdad es que eso no va a suceder, como decimos en Costa Rica, es un “ubicatex”.

En caso de que realmente se dependa de alguien más, de igual forma generamos conciencia de que no estamos solos en esto, y claridad en quién o quiénes, son las personas de las que dependemos. Mismo efecto de orientación clara para iniciar.

I = Inercia

Ya que sabemos quién es el dueño y es un inicio valioso, hay que aprovechar ese impulso para generar inercia, por lo que en este paso las preguntas correctas suelen ser:

¿Qué he hecho en el pasado que se parezca a esto?

¿Quién ha hecho algo similar y podría darme una guía?

¿Dónde podría encontrar información que me acerque a la solución?

Estas preguntas nos ponen en movimiento, no dejan que el cerebro se empantane en el clásico “no sé que hacer, o qué pereza hacer esto”, sino que de inmediato invocan acción, y por eso generan la inercia necesaria para avanzar y terminar lo que hemos venido posponiendo.

M = Momentum

Ya que estamos en movimiento, y que además le acabamos de dar un golpe de dopamina al cuerpo al terminar esa tarea poco sexy, hay que darle al cuerpo lo que pide y aprovechar el momentum, así que, adivinen… así es, escogemos la siguiente tarea poco sexy que veníamos evitando (y que sea importante / valiosa hacer en ese momento), y le entramos de una.

Luego como dicen los gringos, rinse and repeat.

¿Parece fácil verdad? Lo es, y funciona muy bien. Les invito a intentarlo.

Así que ya lo saben, la próxima vez que no sepan cómo empezar eso que vienen arrastrando por días, meses, o años, recuerden estas 3 letras: DIM

Nota: Este framework sencillo lo obtuve de un audiobook que en este momento no preciso, prometo actualizar la fuente cuando recuerde de cuál de los libros escuchados lo obtuve.

Adicionalmente, les dejo algunos consejos adicionales.

Y una cosa más, por favor, eviten esto:    🙂

 

 

 

 

 

 

 

Si te gustó el artículo, compártelo con otras personas