Esta serie de artículos cortos tiene como objetivo resumir y comentar el reporte sobre el estado del coaching ágil publicado en 2022 a través de la colaboración de tres de los entes más reconocidos en la materia: el Scrum Alliance, el International Consortium for Agile (ICAgile) y el Business Agility Institute.
Este reporte pretende ser, como él mismo lo indica, un análisis de la emergente profesión del coach ágil. A la vez, nuestro objetivo es también disponibilizar esta información en español ya que el reporte es publicado en inglés originalmente. Por la extensión del reporte, dividiremos esta tarea en varias entregas. Si te interesa el reporte original, puedes descargarlo acá.
Este año el reporte se ha enfocado en la pregunta “¿Cómo miden el impacto los coaches ágiles y las organizaciones a las que sirven?”, cuya respuesta es relevante tanto para las personas que aspiran a convertirse en coaches ágiles como para aquellas organizaciones que están considerando contratar un profesional de este tipo.
La forma en que se define un coach ágil en el contexto del reporte es “una persona que ayuda a las organizaciones, equipos e individuos a adoptar prácticas y métodos ágiles mientras incorpora mentalidad y valores ágiles” y reconocen a la vez que un coach ágil es más que esa definición. Es un llamado vocacional.
El impacto de un coach ágil
Una de las preguntas centrales de este reporte es “¿Cuál es el valor de un coach ágil?”. Las buenas noticias es que un 98% de los encuestados reportaron que el coaching ha tenido un impacto medible en uno o más factores de la organización. De ellos, el mayor impacto que se contabiliza es el de “mover a la organización hacia una mentalidad y cultura ágiles”, como lo detalla la siguiente gráfica:

Siguiendo con la tendencia del año pasado, la mayoría de los coaches fueron medidos contra las métricas organizacionales de desempeño (por ejemplo OKRs de unidades de negocio) en vez de a través de métricas ágiles específicas. Un número sorprendente de coaches (11.3%) no fueron medidos contra ninguna métrica de desempeño. La mayoría de ellos trabajan en organizaciones con menos de 3 años de avance en su viaje ágil.

Independientemente de cómo un coach sea medido, su impacto percibido en la organización se mantuvo consistente. No obstante, hubo una clara tendencia de una mayor percepción de impacto para aquellos coaches con más años de experiencia.
Comentario y conclusiones
El reporte inicia por el punto más álgido alrededor de la profesión del coach ágil: el impacto generado y percibido. En esto, nos ofrece dos interesantes gráficos; uno que describe las áreas de impacto del coach y otro sobre la forma en que la contribución del trabajo de los coaches se mide en la organización.
En ambos casos ofrece una imagen que muestra diferentes aristas desde las cuales los coaches han impactado las diferentes organizaciones con las que se han involucrado. Creemos que esta información puede ser útil para las organizaciones que están considerando iniciar su viaje ágil, ya que les puede ayudar a clarificar sus expectativas del mismo y puede apoyar su toma de decisiones sobre el apoyo que necesitarán, tanto en número de coaches como en experiencia de los mismos. Posiblemente una mezcla entre coaches experimentados para acompañar los equipos ejecutivos y frescura para apoyar los equipos operativos sea la adecuada.
Finalmente, también puede ser de valor para organizaciones que ya estén transitando este viaje, al considerar distintas formas de medir el impacto de sus coaches ágiles e inclusive considerar la introducción de métricas ágiles específicas para este fin.
En el siguiente artículo de la serie abordaremos un polémico tema: ¿Qué certificaciones tienen los coaches ágiles?